Articulo
Yo te plagio, Laiseca
Tomado de http://www.nacionapache.com.ar/archives/4226#more-4226
Por Un Filósofo Producido
(Plagiar es más lindo)
(Ampliación extremizada de los teoremas pro plagio vertidos por tal autor en “Por favor ¡plágienme!”[1])
# Mi lucha: discurso del método del plagio
Plagiar es más lindo.
Crear, crear es venir de la nada, es horroroso, es un vacío del que no se sale o no se sabe si se sale.
Es la isla Fernández. Es ser Crusoe. Es horroroso. Es ininteligible. Es estar totalmente perdido, en una inmensidad cerrada. ¿Qué clase de casualidad, de error milagroso, permite que otro vea la creación del que crea? La sensación de crear (no habría otra cosa) es uno de los pavores más inefables de la experiencia general de la vida de un artista.
En cambio los dones del plagiar… Ah, los dones del plagiar.
Plagiar, para decirlo todo…por boca del plagio.
Plagiar, para mejorar, para optimizar, el original. El plagiario, es, por sobre todas las cosas, un perfeccionista.
Plagiar, para sacar al animal de su medio; para enrarecer un enunciado, afuera de su contexto.
Plagiar para no ser uno, para escapar, para ser otro. ¡Plagiar! ¡Plagiar! ¡Plagiar! ¡Huir! ¡Huir!
Plagiar, por amor. El plagio mimético, el plagio completatorio, el plagio perfectivo, el plagio adaptativo. El plagio eternizante. Plagiar para adaptar al nuevo medio a la obra.
Plagiar para estar con otro. Plagiar para no tener escracho; pero plagiar con el cuerpo entero, incluso ¡con el cuero desgarrado y perforado de plagio!
Plagiar pero plagiar plagiar. Pero plagiar es más lindo.
Pero plagiar es más lindo.
# Entonces ¿Para quién plagio yo?
Se plagia para soñar poder estar con alguien. Se plagia de hipócrita a hipócrita; de lector a lector.
Se plagia para tener un lector. Como decía el verdulero de la cuadra de otro: “los solipsistas no plagian” (plagio).
# Autoplagios de otro
“La primera lectura es la que cuenta: plagio.”
“Dejadme no ser, dejadme plagiar. Apiadaos de un hombre in feliz.”
“Cuando uno no tiene un lector afuera se condena al plagio, quiere seguir siendo el lector ideal del maestro cuando el maestro ya calló”.
“Se plagia para glosar de una forma más fiel, devota, o mejor cristiana, en este sentido: el de ponerse en su lugar, en el del otro.”
“Con la excusa de plagiar, poder decirlo.”
“Yo, por mi parte, soy un clon, no, no es que plagie. La biología, el delirio.”
“Plagiar con el cuerpo, amigos. Pasionalmente.”
“La dicha de plagiar no a todos – como hacemos todos – sino a algún particular. Plagiar el sufrimiento.”
“Yo escribo lo que me pasa, o sea plagio”,
“Plagiar para no ser igual a nuestra propia vida”.
“Mi plagio es sin imperativo, inercial, me sucede antelándome, y ésta es mi mayor virtud: yo mejoro los originales. Soy: como los reparadores de pinturas, y como ellos lo que pido que se vea es eso, el objeto reparado.”
“Plagiar es hermoso y es lo mejor en literatura, sobre todo, si se hace a la vista. La mediocridad en literatura es plagiarse a sí mismo.”
“He logrado mis mejores obras plagiándome, plagiándome sin pudor. ¡Maldito plagio que fascina!”
# Pequeña clase sobre el plagio
Ser un escritor auténtico es plagiar.
De los errores de plagio, salen las “originalidades”. Del plagiar los errores de plagio, salen los escritores a ser plagiados. Plagiar y plagiar y plagiar los errores originarios de los plagios originarios es la tarea del peor escritor, del escritor impostor, del escritor autoplagiante, del escritor candidato a éxito, del escritor en una palabra.
Ni sé quién soy cuando prendo la pantalla. Necesito una horita de leerme para remontar mi estilo, para recordar mi estilo, para afeitarme y seguir siendo el mismo.
Están dos tipos de plagiarios: el plagio que denuncian los giles, y el plagio que pagan por bueno los giles. Pertenezco a los plagiarios de la primer camada, a los que plagian a un par de autores que saltan a la vista, a los que uno va a plagiar porque quiere que sigan escribiendo. Porque quiere seguir leyéndolos. En este caso es ne`sario hasta el plagio calcado, que sin embargo siempre es compulsivo, invisible, inesperado, inveterado, inervatorio, perentorio, necesario, vivido, auténtico.
El plagio-Macedonio no es el plagio-Bucay. Porque es de no autor a no autor. No es punible ni penable. Ni apenado.
El segundo plagio es el más común, el de todos contra todos. El que pide la hinchada antiplagio. El que sostiene el macronegocio de la literatura en general, el que no puede ser descubierto, el que funda géneros, gremios gramaticales, y buenos escribires.
Conste que en ningún caso hablo de la calcomanía. Hablo del plagio transferencial, del plagio-popa.
Por más que plagies marrarás. Y no hay nada más lindo que leer la diferencia del plagio y el original. Yo leo las fallas del plagio, y en esas grietas acecha el genio. El que las descubra te leerá la cara. Y tendrás que ir a plagiar a otro.
Pero plagiar…es más lindo.
# Conclusiones
Hay que fundar el género plagio artístico-genial-explícito. Tarea de soberbia modestia, de modesta soberbia. Día a día de la literatura. Verdadera voluntad de poder literaria. Hay que hacer que se pague este trabajo. Si la obra de arte es inútil – como se blasona por ahí – la obra de arte plagiaria es la inutilidad de las inutilidades.
Hay que plagiarse más.
# Onanismo polígamo
Otro elemento del plagio genial. El destinatario. Uno se figura un lector ideal, pero que a diferencia del caso normal, es prestado. Es el lector ideal de Bécquer, de Beckett, o de Magoya, supongamos. Y entonces escribe para él. Para ese ser imaginario pero que – de algún modo o en alguna parte – es real o, es lo real. Y le rinde este homenaje, le da este regalo. En este caso quiero imaginar con rebusque evidente, la literatura es lo contrario de la masturbación. Por primera vez en la historia. Porque uno le quiere hacer un hijo a ese presunto e inverificable lector en vida en nombre del autor muerto. El lector es la cuñada de Onán. Como aquel murió y queda en su viuda, el Lector Ideal, el deseo de obra de aquel, uno se postula al lugar del hermano para remplazarlo póstumamente. Hace lo contrario que hizo Onán. Reclama la filiación que no tiene y busca preñar.
# Ética a Plagiómaco
Plagiar a primera vista. Plagiar a ojos cerrados. Plagiar a la vista. Plagiar pasionalmente. Plagiar con el cuerpo. Plagiar el sufrimiento, y sufrir el plagio. Plagiar por inercia. Plagiar para corregir al plagiado. Plagiar para seguir leyéndolo. Plagiarse para seguir plagiando. Ser un genio del plagio. Plagiar a los genios para ser un genio y poder soportarlo. Mezclar los plagios y fabricar monstruos espantapájaros de plagiados. Plagiar para no histeriquear con los vivos. Plagiar para histeriquear con los muertos. Plagiar para escribir. Escribir el plagio. Vivir el plagio. Plagiar para vivir…
Conste que he sido auténtico, no he sido original, he sido fiel y he plagiado a “Por favor ¡Plágienme!” de Alberto Laiseca, simulador del plagio. En cambio yo ¡yo sí que plagio! ¡La pucha que vale la pena estar plagiando! ¡Carajo!
[1] Beatriz Viterbo. Rosario, 1991.
gracias Paula! me sacaste el peso de la creación de encima! que lindo es el plagio..!
ResponderEliminarNo fui yo, este texto fue plagiado, digo copiado
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