viernes, 5 de marzo de 2010

Entrevista a Adriana Villagra

Adriana nació el 6 de noviembre de 1978 en Ciudad del Este (Alto Paraná), Paraguay. Artista autodidacta, su formación artística es producto de su propia investigación y de la tutoría de su madre Ramona Riquelme, también artista autodidacta. Su primer contacto con el arte fue a través del dibujo, iniciándose en la pintura recién en el año 2002. También realizó seminarios en Paraguay y Argentina.

Cursó la carrera de Diseño Gráfico en la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción graduándose en el 2003 con honores de “Alumna Distinguida”. En el año 2005 finalizó un postgrado en Didáctica Universitaria en la misma universidad. Su interés por los idiomas, la llevó a cursar estudios de inglés, francés y actualmente italiano.

Durante el año 2004 se desempeñó como profesora asistente en el Instituto Superior de Arte de la Universidad Nacional de Asunción. Ese mismo año se integró a la asociación “Amigos del Arte”, dedicada a la promoción de las artes en el Paraguay. Actualmente es miembro de la comisión directiva de dicha entidad.

Sus obras se encuentran en importantes colecciones del Paraguay y el extranjero. Regularmente también colabora con causas benéficas a través de su arte.





La llave interior de Adriana Villagra


Por Iriane Rancevin

"Disfruté mucho responder el cuestionario, las preguntas me han resultado sumamente enriquecedoras y más que una entrevista, resultó en una oportunidad más para la reflexión. Realmente un gusto haber participado en esto."


-DIAyNOCHE:Obtener una correspondencia entre el mundo sensible y espiritual a través de la pintura es tu aspiración, hablanos de esta filosofía , qué haces y que resultado de da?

-Adriana Villagra: Con esto lo que intento decir es que la pintura es un medio que me permite unir dos realidades, aquello que vemos, sentimos, tocamos, que es el mundo sensible, con aquella realidad que no vemos pero que está presente, que es lo espiritual, lo sustancial, lo trascendente. Yo siento que la pintura me lleva por un camino de búsqueda, pues el acto de pintar ya no se limita a una simple pericia o virtuosismo técnico. En la medida que uno va superando las barreras propias de la técnica, la va dominando y va adquiriendo libertades relacionadas con la posibilidad de expresar ideas o sentimientos. Y para expresar estas ideas o sentimientos, parto de la realidad, del mundo físico, de aquello que me rodea, del cual soy parte y reflejo, pero no me limito solo a una descripción literal de la realidad; sino intento trascender hacia aquello que está más allá de las apariencias y esto sólo es posible adentrándome en el estudio de lo simbólico, que me otorga el complemento para poder crear mis obras.

-DyN: Expusiste en varias galerías y también varios países, cual fue la experiencia más extraordinaria que tuviste hasta el momento?

-AV: Hasta ahora, lo que más me ha colmado de satisfacción es la respuesta de la gente. Porque exponer tu obra frente a otro tipo de publico, de otro país, más exigente, más especializado es todo un desafío y uno siempre tiene cierta incertidumbre acerca de cómo va ser acogida la obra en otro país y cuando se traspasa la barrera de lo territorial, y la gente dice que la obra le llega, que se siente identificada, que le da una satisfacción, para mi es una recompensa espiritual, porque esto quiere decir que el mensaje es universal y que la obra logra trascendencia. Que personas de otras culturas, encuentren en mi obra, una oportunidad de reflexión o un instante especial, es sumamente enriquecedor y estimulante para seguir trabajando, creando, estudiando y mejorando. Yo creo que la aceptación de la gente es el premio más grande que un artista puede tener, más allá de lo material.
"Ofrenda"

-DyN: Como es para ti una obra que trasciende la condición humana?

-AV: Es aquella obra que logra transportarnos a otra dimensión, que nos permite ver más allá de nuestro diario vivir y de lo cotidiano. Es aquella obra que es capaz de devolver una mirada renovada sobre el mundo y nosotros mismos y hacernos tomar consciencia de aquello que probablemente ha pasado inadvertido. Nos permite tomar contacto con el lado misterioso del mundo y ver más allá del velo que la realidad pone ante nuestros ojos y de esta manera llevarnos a por un sendero de reflexión y encuentro con nosotros mismos.

-DyN: Qué es la naturaleza para ti?

-AV: La naturaleza, es para mi, todo aquello que me rodea, el mundo en el cual habito, la realidad misma. La naturaleza incluye todo lo vivo, lo material, lo inmaterial, lo sustancial, es un todo incuantificable. Me da la impresión que mucha gente tiende a reducir el concepto de naturaleza a una especie de estereotipo limitado solamente a seres vivos, pero yo creo que la naturaleza es eso y mucho mas, es la realidad misma, tanto aquello que vemos o apreciamos a través de los sentidos como aquello que no vemos, pero sí percibimos.

-DyN: Qué te da ella?

-AV: La naturaleza me da lo más importante y la materia prima para mi trabajo: inspiración. Si bien hay quienes sostienen que la inspiración no existe y solo la transpiración, yo creo que lo uno no existe sin lo otro, son interdependientes, porque el trabajo arduo se da cuando se ha encendido esa chispa mágica, que lo ilumina a uno cuando se encuentra ante una situación especial y recíprocamente, esta luz es alimentada a través de ese trabajo arduo y constante. Yo no concibo crear arte esperando encontrar todo aquello que necesito sólo dentro mío o en mi mente, porque todo lo que tengo adentro es resultado de una experiencia sensible y de intercambio con el mundo que me rodea, la naturaleza, la realidad. Yo me retroalimento interactuando con ella, mi mundo interior siempre será poco comparado con la naturaleza, así que ella será siempre mi fuente de materia prima más importante. Siempre tengo presente una enseñanza de quien considero mi maestra en el arte, mi propia madre y me dice esto cuando atravieso un bloqueo creativo: “El arte está ahí, frente a vos, en cada cosa y sensaciones que te rodean”.
"Mi alma es un suspiro en el cielo "

-DyN: Y qué haces tú por ella?

-AV: Respetarla y rendirle un homenaje a través del arte. Porque la naturaleza es fascinante, misteriosa, es la perfección en su nivel más elevado. Es una realidad que a uno lo lleva a experiencias trascendentes, a buscar respuestas e interrogantes. A mi me produce fascinación ver esa sinfonía de colores en flores, observar como los fenómenos naturales hacen su efecto en la materia, el tránsito del sol, los movimientos y formas de las nubes, una piedra, un alambre, parece exagerado, pero el efecto de la oxidación o la humedad, por ejemplo, que a más de uno le puede parecer poco atractivo, a mi me produce fascinación, yo veo belleza en ese instante, donde el agua hace su efecto en la materia y permite ver texturas y colores. Es el obrar misterioso de la naturaleza, de algo que nos supera. En la naturaleza es posible palpar la vida y la muerte a cada segundo.

-DyN: Un momento íntimo frente a tu propia obra, que sentimiento despierta en ti?

-AV: Ante todo me produce una inmensa alegría, porque el arte me hace feliz, es el eje de mi felicidad y a partir del cual me construyo e identifico como ser humano. En ese instante soy feliz, porque amo mi trabajo y la obra de arte es un acto de amor.
A veces miro una obra mía después de mucho tiempo y no puedo creer que eso salió de mis manos. Parece loco, pero yo misma a veces me sorprendo de los resultados y es como que la obra supera al propio artista. Como sucede en la vida, son como hijos, que uno los gesta con un amor incondicional, sin esperar absolutamente nada a cambio y después la obra escapa de las manos de uno para insertarse en el mundo y respirar por sí misma. Y esta alegría que me produce, me lleva a sentir gratitud porque, soy sumamente agradecida por haber recibido la oportunidad de hacer arte y poder a través del arte dar algo.

-DyN: Tu más profunda reflexión hasta el día hoy…

-AV: Donde hay contraste la vida fluye. Este es un principio que aplico tanto a mi vida personal como a mi trabajo artístico. Porque creo que la vida se trata de contrastes y no me refiero al mero concepto de luz y sombra que aprendemos por definición, sino del equilibrio de opuestos, de fuerzas antagónicas, de dicotomías que permanentemente interactúan buscado el equilibrio y armonía. La vida es tristeza y alegría, amor y desamor, frió y calido, seco y húmedo, y es en el punto medio de las dualidades donde esos opuestos encuentran el balance armónico que posibilita gestar la felicidad. Porque la felicidad no es la ausencia de tristeza o la sola presencia de la alegría, sino ese equilibrio donde ambas fuerzas o sentimientos conviven armónicamente en nuestra vida. Por eso en mi obra, considero el contraste como principio creativo, y este contraste no se limita únicamente al color, sino a todos los elementos presentes en la obra. Contrate de líneas, en la composición, la elección de elementos, el tono, los matices. Yo creo que todo empieza por la armonía de opuestos y en la medida que esta armonía se va realizando, van apareciendo los matices, los colores, las tonalidades que hacen que nuestra vida encuentre el camino a la felicidad.

-DyN: Un mensaje ecológico para todos los artistas…

-AV: Cultivar el respeto. Yo sostengo que el respeto es el cimiento sobre el cual se construye cualquier tipo de relación. En la medida que el respeto sea cultivado, el equilibrio irá tomando su lugar. Empezando por el respeto a uno mismo, para luego proyectar ese respeto hacia los demás. Al respetarse uno mismo, se cultiva la humildad, el agradecimiento, uno toma consciencia de sus limitaciones, cualidades y sólo cuando eso es posible uno está preparado para respetar a los demás y a la naturaleza. El respeto lleva al amor y el amor contiene al respeto. Si en estos tiempos, se observa desolación, miseria, daños a la naturaleza, yo creo que es porque el respeto no ha sido cultivado. Y los artistas en especial, tenemos ese compromiso de ser una voz silenciosa pero poderosa para denunciar o manifestar algo, y por esto tenemos la obligación de cultivar el respeto; pero un respeto no limitante a nuevas vivencias. A través de nuestras obras somos mensajeros y es nuestro deber ejercer nuestra profesión con respeto hacia nosotros mismos, los demás y la naturaleza, yo creo que sólo partiendo desde este principio será posible lograr un equilibrio en nuestro ecosistema.

-DyN: ¿Qué piensas de la situación que esta pasando la comunidad cultural paraguaya, con el Proyecto de Ley con media sanción que pretende dar un paso atrás en lo ganado por Secretaría Nacional de Cultura? A qué nos llevaría eso?

-AV: Como artista, es decepcionante, esto que quieren hacer, de reducir la Secretaría Nacional de Cultura a una categoría inferior. La existencia de una Secretaría de Cultura es una oportunidad de que la cultura, al fin pueda ser tratada con el respeto e importancia que se merece. La existencia de una Secretaría de Cultura significa que la cultura es importante para el desarrollo de un país, tanto económico como social, y posibilita un intercambio más justo y enriquecedor con otros países y de esta forma generar nuevas oportunidades para los creadores y una dignificación de la creación artística.

Reducir la Secretaría de Cultura a la categoría de viceministerio es tirar todo por la borda. Esto quiere decir, que la cultura no es importante para el gobierno, es sumir a un pueblo en la ignorancia, y esto es sumamente triste, porque la cultura es lo que da identidad a un pueblo, y a través de ella y quienes trabajan en ella, se construyen, enriquecen y presevan la identidad y memoria de una nación. Quiere decir que el arte en todas sus disciplinas carece de absoluto valor para el gobierno.

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