martes, 02 de febrero de 2010
Dos años de blog...
Tomado de http://despuesdelnaufragio.blogcindario.com/2010/02/00741-dos-anos-de-blog.html
Es historia conocida. Hace dos años creé el blog. Me sentía desorientado, perdido, ciego. No sabía cómo reaccionar a mi ruptura con Gabriela. Durante un tiempo di continuos palos de ciego, errores, pasos en falso, vueltas atrás, hasta que encontré el camino meses más tarde. Abrí el blog como una especie de diario de mi naufragio, un lugar donde escribir sobre todo ese torbellino que sentía en mi pecho y que no me dejaba avanzar ni ver las cosas con claridad. De ahí su primer nombre, Después del naufragio... Qué hacer, cómo volver a la vida cuando pierdes el apoyo que te sustentaba, qué habitaba en mis entrañas en esos momentos. Sé que esos primeros meses de 2008 fueron un caos, que hice daño a personas buenas y entrañables, que no supe que lo único que hay que hacer después de un naufragio es tener paciencia y esperar agazapado el momento adecuado para emerger de nuevo a la vida. Cometí muchos errores...
Creo que es eso. Este blog, en su inicio, puede verse como el diario de un náufrago. Hace unos meses cambié de nombre a este blog. Sentía extraño ese Después del naufragio, como si ese título tuviera que abarcar toda mi vida. No era real, no definía mi estado ni mis sentimientos. Necesitaba un nuevo nombre. Y lo encontré en “Espacios en blanco”, porque, como desvarié en un cuentito, sentía que habitaba entre dos espacios en blanco y que entre esos dos espacios existía un mundo de posibilidades.
Recuerdo aquella frase de la teoría del caos que decía que el aleteo de una mariposa puede provocar un huracán en la otra parte del mundo. En cierta forma todos estamos conectados y la más pequeña variación o cambio o acción de nuestra vida puede traer la mayor sorpresa. En 2008 abrí un blog que me llevó a Serbia un año y medio después. Una pequeña acción, crear un blog, me hizo conocer un país y una amiga inolvidables.
El blog me ha traído pequeñas victorias como la amistad de Verica o conocer los poemas de Marlene. Y, también, el cambio que se ha producido en él. De diario de un naufragio a diario de lecturas y viajes. Y está bien. Ahora hay más artículos sobre libros, películas y viajes que sobre mi vida y mis reflexiones desvariadas. Es una forma de seguir mi estado de ánimo. A través de mis lecturas y de mis pasos más allá de esta habitación blanca puedo crear un mapa de este último año.
He recuperado la mayor parte de mi corazón...
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