lunes, 18 de enero de 2010

Poesía de Ignacio Osorio

Tanboquitamía III




Tanboquitamía
vuelve sola a sus arrabales descoloridos
donde todo es una infinito degradé de claroscuros
ve lo que queda en pie y la zona de nadie devastada
cava y cava y cava
la zanja de la trinchera
cala hondo en la tierra
para protegerse de los yerros de anteayer
amontona la tierra en parapeto
despliega alambres espinosos
arma su bayoneta
y apunta bien
seleccionando el blanco
y dispara esperando ver
la pequeña nube color rosa
del que quiso envolverla
en palabras de miel
Tanboquitamía
calla
sobrevive a medias aguas
a pesar de las frases agoreras
calla a sabiendas
de que corre riesgo
al divertirse abriendo y cerrando puertas
de la casa de la locura
se deja llevar a la boca de Hades
hace sus libaciones de cerveza rubia
espera a descender
y con la curiosidad que mató al gato
hace que se sumerge



Tanboquitamía
rebrota
y reflorece en fuegos
de acordes deflagrantes
cuando la bestia mercogámica
amenaza las vecindades
de su nido
cuando la fiesta de la imbecilidad
alcanza el paroxismo
y se suicidan las vacas endrogadas
camino a su matadero lumpen
su matadero funcional al sistema

Tanboquitamía
es tu Valkyria
con ojos de relámpago

Tanboquitamía
no ladra
muerde




Tanboquitamía II



Tanboquitamía
tose y se acomoda entre las sábanas
para aliviar sus dolores
se deja hilvanar soledades en la fiebre
y teje espumas de recuerdos
en la casa vacía

Tanboquitamía
toma brebajes dulces
para aligerar sus oscuridades
y deja pasar los días a borbotones fucsias
recibe mensajes que no quiere
como tampoco quiere engangrenarse
y espera la llegada de su hastío

Tanboquitamía
retuerce las fotos viejas
las rompe a pedacitos
y las esparce en el comedor
juega a morir
y a renacer
con cada compás del reloj
y en cada intento
parece encenderse lentamente

Tanboquitamía
suelta el pasado sin olvidar del todo
y aprende que el amor no alcanza
para ganarle a la locura
a tanta ajenitud y malaleche

Tanboquitamía
bebe sopa de augurios
y transmuta acritudes
en visiones celestes
ruega
conjura
y siente que es hoy y no ayer
lo que al final
vale la pena.




Intuición masculina 2



En el telo
con las sábanas corridas
descubriendo el colchón
forrado en cuerina barata
mientras las madrugada
hace vibrar la habitación
aturdida de trenes
bajo el sórdido rubor de las cervezas
un poco ebria
asomando tus piernas
esa eclosión sobrecogedora
de maravillas
tus piernas
Me decís:
¡Me preocupa amarte tanto!
Yo encorvo las comisuras
en un rictus amable
y se me encorva el alma
enneblinada



Intuición masculina


Dame otro beso

Dame otra detonación de tus alientos
para que me reviente otra vez
la ilusión alada
y todas las ciudades se hagan pájaros
con ese beso

¿Puede ser tan increíble esto?
¿Qué hay después de esto?
Me preguntaste

No sé…
Te dije
intuyendo el abismo.



Tus lágrimas



Es un susurro
de pasito de hormiga colorada
sobre la arena casi seca

Al borde de mi abismo
el río me devuelve
estos cielos antiguos
que mis antepasados
también vieron pasar
en otra lengua

Tus lágrimas
titilan
en la taza de té.




Un escape al silencio



Triste viento
ruano reloj de los momentos
marca el paso
entre el reverberar del agua
en las orillas
y el verde hondo de la isla

Por allí
un riacho se desangra
y vuelve al padre que lo espera

De patos y totoras
un asombro
y palidece
la penumbra del día
los recantos de luces
nuestros rostros

Bebemos los licores
los restos del elixir
rezumado
de este escape
de oxígeno a presión explosiva
y dedicamos nuestras madrugadas
a explorarnos
cada recodo
cada esquina
hasta encontrar
telarañas de sol
en la ventana




Mejicanita



Aquí
me ves Mejicanita Mía
cegado de espejismos
con la nariz ensangrentada
de noches blancas
en que la sirena
que era furia
cuando yo evocaba
el vientre que acariciás
luna tras luna
rompía en siniestras amenazas

Ya ves
mi olvidada Aztequita
soy un sobreviviente
de mis propios delirios
de poeta
que cree en lo que crea
sin distinguir
entre
milagros y magias negras
desgarrado en jirones
de días de extravío

¿Cuando me pagarán por este fajo
de poemas mal escritos?

¿Suficiente para pagar el boleto
que me lleve una vez más
al pié de las pirámides?

¿Podré armar con una sola
de estas hojas que empiezan a amarillarse
un barquito de papel
en el que con una lapicera
pueda remar por el gran charco
para llegar a vos
y sentir los latidos en tu ombligo?

Yo he visto su reflejo de medusa
aquí
en mi escudo
y con mi oxidado sable de caballería
le corté la cabeza

Ahora sangra sus miasmas
y yo espero
impaciente
que se transformen
en el caballo alado de áurea luz
para estribar una vez más
y remontar el vuelo
hacia el Quetzal.




Pato Lógico



El poeta
teniéndola entre sus brazos
escucha que ella le musita al oído:
¡Esto es increíble,
es irreal, casi místico!
Entonces él lee un poema, lentamente,
y ella exclama:
¡Sos un poeta admirable!
Y él comprende que ella
es su presencia de todos los días.

Mientras,
en un neuropsiquiátrico,
otro poeta
llorando con una almohada entre sus brazos
recuerda cuando dos semanas atrás
escuchaba que ella le musitaba al oído:
¡Esto es increíble,
es irreal, casi místico!
Entonces él leía un poema, lentamente,
y ella exclamaba:
¡Sos un poeta admirable!
Y él no comprende porqué ella
es su ausencia de todos los días.




Cavilación


Me dijiste
antes de estampar la puerta
contra el marco:
“¡Voy a ser tan feliz el día de tu muerte!”

Te olvidaste que todos seremos
(vos incluída) más tarde
o más temprano
relleno de ataúdes




En la isla



Sube y baja
lenta suave
sin perder el ritmo esclaviza
llena de repiqueteos centelleantes


Hay un fragor de nube
en el motor de la lancha que ronca
abriendo zanjas espumosas
… y sube y baja

Las ondulaciones del río
las escamas se amorecen
el agua amarronada
se nos coagula en la orilla
…y sube y baja

Sube y baja
hasta fragmentar
como granada
deflagrando
dulce
terrorista mesiánica
tu mano agarrada a mi sexo



.

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