domingo, 12 de abril de 2009

Mujeres prospectivas de Pily B.

(Extraído de www.literaturaprospectiva.com)

La superheroína

Pily B.

Durante un par de días le di vueltas y vueltas: ¿quién podría ser la superheroína merecedora de dar el pistoletazo de salida a este, espero, curioso rincón? ¿Qué fémina dentro del género estaría por encima del resto? ¿Cómo escoger correctamente a esa mujerona que debería dar la talla siendo finalmente la auténtica, la inigualable, la primera mujer superprospectiva? Y bien, a pesar de que acudían a mi mente imágenes de tías potentorras salvando la galaxia, no lo hacía ningún nombre propio.

Empezábamos bien…

Afortunadamente, como suele suceder con las grandes ideas –o al menos con las novedosas–, la imagen de esa superheroína surgió por casualidad: mientras leía algunos contenidos precisamente de Literatura Prospectiva en el Cercanías de Madrid. Durante una pequeña pausa en mi lectura, observando al resto de los pasajeros, me sorprendió ver frente a mí a una guapa morena totalmente absorta en el contenido de La fortaleza digital, de Dan Brown. Sí, allí estaba ella; sentada de lado, con las piernas cruzadas sosteniendo la novela con una sola mano y con la otra su mentón. Preciosa, divina, mi musa de flequillo recto y faldita vaquera.

Así pues, y a pesar de que sé que me estoy saltando descaradamente el primer eslabón —la escritora—, ya tenía a la superheroína: la lectora. Ella; libadora de historias distintas, inteligentes, y en la mayoría de las ocasiones sesudas. Ella; consumidora literaria con carácter, comprometida, soñadora, mujer no alienada.

Pero, ¿por qué debería ser la lectora de ciencia ficción una superheroína? ¿Ha salvado tal vez a nuestro planeta de la amenaza alienígena? ¿Rescató quizá a algún buen mozo –indefenso y gritón, por qué no–, de las garras de un mutante? No, nada de eso –no me consta–; la gran hazaña de este raro espécimen es que también contribuye a salvar nuestro género predilecto. A veces en compañía, a veces solo… y siempre por las mismas razones que el lector de género masculino: no se conforma con cualquier tipo de aventura y le gusta de algún modo complicarse la vida. Ella, está en nuestro mundo; es consciente de él y le interesa. También nuestra propia existencia y, quién sabe, puede que incluso la alienígena.

Pero hagámoslo más fácil todavía. Como sé perfectamente cuáles son las razones por las que yo personalmente leo ciencia ficción —y vosotros, ahora, también—, proporcionaré nuevos puntos de vista. Primero el de una amiga y lectora: "La lectura de ciencia ficción me permite evadirme momentáneamente del mundo real. La imaginación del escritor la hago mía y ello me hace volar, conocer sitios y gente interesante. Envolverme en un universo de ciencia ficción es la seguridad de que voy a disfrutar de la lectura. Además, me aporta conocimiento, física o química, por ejemplo, ya que se utiliza muchísimo. Si a alguien no le gusta supongo que es porque no lo ha probado suficiente, porque esto engancha…"

Ahora, el de una amiga, lectora y autora: "… La leo porque me parece que es el género que puede reunir todos los géneros, que puede SER todos los géneros. Me gusta la especulación científica y sociológica, me gusta la complejidad y riqueza, la búsqueda de significado que tiene la buena cf. Me gusta que nos cuestione como individuos y como especie, creo que eso nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos."

Y bien, creo que esto resume perfectamente por qué nuestras superheroínas leen ciencia ficción. Por otra parte y, por si aún existen dudas de por qué habrían de ser elegidas para dar el mencionado pistoletazo de salida, si aún creéis que no lo merecen, solo tenéis que visualizarlas fuera de casa, trasportando libros "raros" pegados a su regazo. Y por si esto tampoco fuera suficiente, imaginad entonces a estos raros especímenes hablando de literatura con otros ejemplares del mismo género. Sí, imaginad esto último, con eso bastará. ¿Qué creéis que pueden pensar sus "iguales" si cualquiera de nuestras protagonistas confesase un aumento de su libido soñando con humanoides de otros colores, formas y tamaños? Colores, formas y tamaños que no se ajustan a los habitualmente conocidos en los mocetones de novela romántica, se entiende.

¿Lo veis? Debían ser ellas. Auténticas heroínas; sin pistolas de rayos, naves espaciales, o mínimas falditas plastificadas, de acuerdo, pero enarbolando orgullosas sus gustos; distintos y más elaborados. A su modo, enfrentándose sin violencia al resto de los de su especie: a todos esos que no saben lo que se pierden no compartiendo la misma afición por este género nuestro.

(Gracias a Juli Espinosa y a Laura Ponce por su entusiasmo y colaboración)



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