TENDENCIAS (Tomado de Suplemento Mujer de Clarín)
"Chick lit" a la argentina
Es un género literario cuyas protagonistas son jóvenes, glamorosas y solteras. Sex and the city es uno de sus íconos. El fenómeno llega a la literatura nacional.
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Natalia Páez.
npaez@clarin.com
En Estados Unidos y Europa genera una efervescencia comercial que intimida. Los ejemplares se venden en cientos de miles y la facturación de las editoriales se dispara cada vez que un nuevo título de chick lit se exhibe en los escaparates. En Argentina y Latinoamérica es un rubro que promete, al que algunas editoriales están apostando para replicar los éxitos.
Suele ser definido como un subgénero dentro de la novela romántica cuyas protagonistas son mujeres que ya pasaron los 30, posfeministas, glamorosas -por lo general solteras- cuyas vidas tienen un importante eje en lo laboral. Esto en el marco de escenarios urbanos como Nueva York, Londres o Dublín.
El trasfondo de las historias suele ser el amor (sobre todo los desencuentros y la búsqueda para redefinir los vínculos tradicionales) y las marcas tienen tanto protagonismo que casi son un personaje más. En este punto, un ejemplo es el libro El diablo se viste de Prada (El diablo viste a la moda) en donde esta firma italiana figuraba en el mismo título de la novela.
Hay quienes afirman que "chick" viene del argot americano "chica, joven" y otros aducen en cambio que se desprende del vocablo "chic" ligado a moda.
En los 90 una novela emblemática, El diario de Bridget Jones, fue uno de los fenómenos literarios de la década. Alcanzó ventas millonarias y fue mundialmente conocida por la versión cinematográfica que protagonizó Renée Zellweger. Su autora, Helen Fielding es señalada como la fundadora del género,
Ahora, algunas editoriales buscan voces locales para darle una vuelta de tuerca autóctona a estas historias que al lector latinoamericano podrían resultarle lejanas. Este podría ser el motivo por el cual en Latinoamérica las ventas son mucho más tímidas que en el Norte. En la India hay un fenómeno que ya tiene su propio sello. Lo llaman "indian chick lit", con el que lograron encontrarle el tono local ¿tercermundista? a estas historias. "Hay una realidad un poco lejana entre las protagonistas de los clásicos de chick lit y nuestras jóvenes. El "rich New York", la vida felizmente solas, no son algo que tenga mucho que ver con nosotros", explica Lidia María Riba, de V&R. Esta editorial está lanzando una colección que promete redoblar la apuesta. La teen chick lit, para adolescentes. Abrirán con Cool Club.
"Lanzaremos una colección de autoras argentinas con la que buscamos lograr mayor identificación con situaciones más cercanas. Casi todas las autoras de chick lit son anglosajonas y las traducciones de los libros son bastante inverosímiles. Si bien las conflictivas femeninas son universales, depende el contexto, se presentan distintas. Buscamos recrear la Buenos Aires de hoy", dice Florencia Cambariere, editora de Random House Mondadori (ver recuadro).
Entre los títulos clásicos se encuentran los de Candace Bushnell, autora entre otros de Sex and the City y Tras la pasarela. Mercedes Güiraldes, editora de Emecé, sostiene que la chick lit aborda temas de los que no se suele hablar en las novelas románticas, por ejemplo cierta relación ambigua frente a la maternidad o temas como la masturbación femenina. "Son novelas donde aparece mucho la amistad entre mujeres como un valor", sostiene.
¿Hermana menor?
La crítica aún lo considera un género menor y lo mira con desdén. En sus inicios el género policial, el de la ciencia ficción y, aún hoy, el de la literatura infantil y juvenil han sido tratados con el menosprecio que se le dedica a los que se considera géneros de segunda. El estigma de literatura boba y liviana no le viene como sello sólo por pertenecer al rubro. Como en todos los géneros hay buenos y malos libros de chick lit.
A favor de ella, de la que nadie espera virtuosismo literario, sino ¿por qué no? puro entretenimiento puede decirse que es un espacio en el que se habla con cierta ironía de los viejos temas femeninos y de los tabúes: mujeres que se animan a no elegir la maternidad (y hablan de ello), chicas que pueden relatar sus elecciones sexuales aunque no entren en el canon de lo esperable, posfeministas que se animan a confesar que, sí, están buscando un príncipe. Y mujeres que intentan por todos los medios compatibilizar sus trabajos exigentes con la familia. Todo ello en el marco de la gran pasarela que son las ciudades por la que desfilan las principales marcas, un festival de consumo, condimentado con un poco de frivolidad. En definitiva, y no está mal, que las chicas sólo quieran divertirse. El desafío lo tendrán las autoras locales por darle una vuelta de empatía que acerque situaciones y escenarios a la vida de quienes lleguen como lectoras a sus historias.
Hola. Gracias por visitar mi blog. Realmente no tenía ni idea de este tipo de literatura, es decir, que ya constituyera un género. A mí, en lo persona, tanto Bridget Jones como Sex and the City me han llamado siempre la atención. Pero es obvio que aún no son un tema que pueda generalizarse en nuestros países donde el sexo aún no se practica con libertad y las mujeres aún no nos sentimos propietarias legítimas de nuestro cuerpo y sexualidad. Gracias por la visita y estaré viniendo siempre a saludarte. Un abrazo.
ResponderEliminarAquí en Argentina parece que ya se han publicado dos o tres títulos de este género ¿En tu país no?
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