sábado, 1 de marzo de 2008

Madre, hija y nieto

"Poco antes de que se tomara La Bastilla, (Mary Wollstonecraft) escribió La vindicación del hombre, un texto emocionado y emocionante hecho en menos de 30 días que la convirtió, de pronto, en una mujer famosa y, subraya Burdiel, insólita para la época. Tras ese éxito rotundo e inesperado, Mary tuvo la osadía de escribir otro libro, continuación del primero, donde se reivindicarán los derechos de la mujer. Así nació Vindicación de los derechos de la mujer, en el que abogada por el igualitarismo entre los sexos, la independencia económica y la necesidad de la participación política y representación parlamentaria. (...)
(Años después, Mary) comienza una nueva relación con Wiliam Godwin, filósofo radical y uno de los precursores del anarquismo. Ambos defienden el amor libre hasta que Mary vuelve a quedar embarazada y se enfrenta al horror de tener otra hija natural. La pareja renuncia a sus convicciones y se casa, lo que les convierte en el centro de las críticas por la incoherencia entre sus ideas y sus actos. Mary muere en 1797, a los 38 años, diez días después de dar a luz a quien sería conocida como Mary Shelley, la famosa autora de Frankenstein, libro mucho más leído y reconocido que la Vindicación de su madre. (...)
Wollstonecraft tuvo una digna heredera que también debió sufrir lo suyo. La propia Mary Shelley, que empeñó casi toda su vida en huir del escándalo y lograr el olvido, supo de las dificultades para una mujer brillante, como lo había sido su madre y ella misma. Así, cuando tuvo que enfrentarse a la educación de su único hijo superviviente, el futuro sir Percy F. Shelley, lo hizo bajo la advocación de: "Oh, Dios, enséñale a pensar como los demás." Parece que sus ruegos fueron oídos porque sir Percy se encargó de destruir los papeles más comprometedores de su madre y de su abuela".


(Varela, Nuria. Feminismo para principiantes. Ed B. Barcelona. 2005)

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