En el viaje, la naturaleza, la cultura y la gastronomía, sumadas a la hospitalidad de las mujeres anfitrionas fueron protagonistas, mostrando a cada momento los secretos mejores guardados del monte Impenetrable.
El contingente arribó a Resistencia el viernes por la mañana, donde partió para Villa Río Bermejito (ubicada a 272 km aproximadamente), destino elegido para hospedarse. Allí al atardecer las mujeres realizaron ejercicios de meditación, relajación y yoga, lo que se conjugó con el bello paisaje de la localidad ribereña.
Bebi y su histórico telar
El primer día, el recorrido incluyó la visita al Paraje El Estero, a 30 km de Villa Río Bermejito. Allí el contingente visitó la casa de Bebi, donde la criolla vive con su familia y realizó una caminata al estero, donde pudieron ver la vegetación y las aves qua allí habitan.
Uno de los momentos favoritos de todas fue el almuerzo, debajo de los frondosos árboles que adornan el patio de Bebi, donde los manjares caseros se lucieron. Hubo quesillo con pan casero; empanadas de charque; chivo; gallina casera; calabaza; y como postre mamón con queso; mazamorra y empanadillas con mermelada de zapallo. Todo con un toque casero que dejó a las comensales más que satisfechas.
Más tarde, las mujeres aprendieron a hacer quesillo, y Bebi les mostró paso a paso cómo teje en un telar de peine que heredó de su abuela. Allí pudieron conocer los moldes que utiliza (también heredados), cómo hila y tiñe las lanas, que luego convierte en hermosas piezas.
Al regresar, el cierre del día fue con una clase de yoga, a la orilla de la piscina del hotel, donde el silencio de la naturaleza coronó la tarde.
Mujeres artesanas
En el segundo día, las actividades comenzaron con una caminata por la costanera de Villa Río Bermejito, donde además de disfrutar el paisaje natural, las viajeras pudieron ver las esculturas realizadas por diferentes artistas en chapa y madera de árboles secos, ubicadas a lo largo de todo el camino.
El paseo continúo con la visita al grupo de artesanas qom Qomlashepi Onataxanaxaipi de Fortín Lavalle. Allí las mujeres pasaron una hermosa tarde compartiendo saberes y experiencias. Así, en el Centro Artesanal, las artesanas brindaron un taller de cestería, donde contaron y mostraron cómo trabajan la palma carandilla y las diversas técnicas de tejidos que les permiten realizar originales artesanías.
También les enseñaron a preparar cocido pokó, una infusión caliente realizada con brasa de algarrobo y azúcar quemada, que siempre se disfruta mejor acompañado de tortas fritas o torta parrilla.
La experiencia compartida trajo risas y aprendizajes, donde las turistas resaltaron la habilidad de las artesanas para trabajar la palma y crear tan bellas y diferentes artesanías, que por supuesto se llevaron como recuerdo de su visita.
El atardecer llegó sobre el Río Bermejo, en el puente que une Chaco y Formosa, allí el color bermejo del agua contrastó con los azules del cielo y el verde de la selva de ribera, convirtiéndose en un fondo ideal para las fotografías.
Madres cuidadoras
En el tercero y último día las mujeres fueron hasta Pampa Grande, a 40 kilómetros de Villa Río Bermejito, donde visitaron a las Madres Cuidadoras de la Cultura Qom, quienes les contaron el trabajo que realizan para transmitir su cultura, a través de canciones, muñecos, dibujos, y relatos que compilaron en diferentes publicaciones.
Allí las visitantes, en un gesto de intercambio y agradecimiento, cantaron la canción de la primavera en qom, que practicaron y aprendieron para venir a la provincia y especialmente para su visita a las comunidades. A este emotivo momento se sumaron los cantos típicos en la voz de Sonia García, una de las integrantes de las Madres Cuidadoras, quien cautivó al público hasta la emoción. Para alegrar la despedida, todas realizaron un baile autóctono e integrador que las hermanó en una divertida ronda.
El regreso estuvo lleno de anécdotas y charlas sobre la vida y trabajo que realizan cada una de las mujeres conocidas, donde reinó la admiración por su dedicación y fortaleza.
Así, una vez más, quedó demostrado que la provincia cuenta con excelentes anfitriones, en este caso anfitrionas, que esperan ansiosas recibir a quienes lleguen a conocer sus culturas y costumbres, siempre acompañadas de agreste paisajes que hacen del Impenetrable un destino ecoturístico único y sorprendente.
Ruta de la Cultura Qom
La Ruta de la Cultura Qom es un recorrido turístico, que se desarrolla por la RP N° 3 desde Presidencia Roca hasta El Espinillo. El mismo propone un intercambio con la comunidad originaria en su entorno natural, a través de recorridos por el monte, talleres de artesanía, comidas típicas, cantos y danzas tradicionales.
Como iniciativa busca poner en valor y preservar el patrimonio cultural inmaterial de la comunidad Qom. La estrecha relación con su entorno natural: el monte, ha dado como resultado un cúmulo de saberes basados en la experiencia, que han sido transmitidos de generación en generación de manera natural. Siendo la artesanía una actividad eminentemente femenina, las madres y las abuelas transmiten a las mujeres más jóvenes cuestiones tales como: los sitios de abundancia, la manera de extraer los materiales, acondicionarlos y transportarlos, las técnicas, el diseño. Asimismo enseñan a observar las “señales del monte”, advirtiendo sobre los peligros e inconvenientes.
La oportunidad que ofrece este recorrido a los turistas es la de vivenciar la vida, actividades y costumbres de las mujeres de la comunidad qom, ubicadas en diferentes localidades del Impenetrable chaqueño (Pampa Grande y Fortín Lavalle). Esto también implica hacer visible la historia que acompaña a la artesanía con el objeto de que quienes vivan esta experiencia puedan dimensionar el contenido cultural que guardan en su interior.
Experiencia Camino de la palma
La experiencia es brindada por las mujeres qom del Centro Artesanal Qomlashepi Onataxanaxaipi, ubicado en Fortín Lavalle (a 263 km de Resistencia). La misma comienza con un desayuno tradicional, donde el cocido poko (hecho con azúcar quemada y brasa de algarrobo), las tortas fritas y las tortas parrilla son las estrellas. Luego llega el recorrido guiado por el monte, donde las artesanas explican las propiedades de las especies alimenticias y medicinales y enseñan a seleccionar y recolectar las hojas de la palma carandilla (una especie de palmera), materia prima que utilizan para realizar artesanías (cintos, cestos, canastos, carteras, adornos, etc).
Después del almuerzo preparado por las anfitrionas en el Centro Artesanal, y aprovechando la calma de la siesta, llega el turno del taller de cestería, donde enseñan las técnicas de tejido heredadas de generación en generación. Llevarse alguna pieza termina siendo siempre el mejor recuerdo del paseo.
Contactos:
Daniel Gaona. Cámara de Turismo del Chaco. Tel. 3624-626628
Marcelo Carou. Asociación Civil de Turismo Receptivo Chaco. Tel. 3624-666233
Testimonios
Sonia García
Madres Cuidadoras de la Cultura Qom
Pampa Grande
“Para nosotras como grupo de mujeres es muy importante que nos visiten, para que vean lo que hacemos y desarrollamos en distintas actividades. Es importante recibir visitas y que se interesen en lo que trabajamos porque así pueden conocer quiénes somos y nuestra cultura”.
Amancia Silvestre
Madres Cuidadoras de la Cultura Qom
Pampa Grande
“Este día es histórico para nosotras, ya que es la primera vez que nos visita un contingente de turistas. Porque siempre tenemos visitas, pero no de tantas personas. Nosotras como madres estamos muy agradecidas, porque pudimos contarles lo que venimos haciendo desde el 2003 y compartir con ellas nuestros saberes”.
María Rosa Canals
Buenos Aires
“Solo tengo agradecimientos a las artesanas por las maravillas que hacen con sus manos, por revalorizar el trabajo artesanal y de los pueblos originarios, que se pierde con lo industrial y hoy se recupera. Creo que los argentinos estamos encontrando valor donde antes no nos dimos cuenta que había, y esto es en estas culturas originarias”.
Soledad Álvarez Rivera
Buenos Aires
“Venir ha sido una muy linda sorpresa porque no conocía el Chaco y no me imaginaba que fuera así, de exuberante, bello, maravilloso. También haber conocido a las Madres Cuidadoras fue una experiencia muy conmovedora y espero seguir teniendo contacto con ellas, porque valoro mucho el trabajo que están haciendo”.
Roxana Salas
Buenos Aires
“La experiencia que tuve en este viaje va a ser inolvidable. Yo buscaba acercarme y conocer a los integrantes de los pueblos originarios para comprender y entender sus saberes, y gracias a su apertura, lo pudimos hacer”.