lunes, 31 de marzo de 2014

Perdón, Señora Concha

EL VALS DE LA CONCHA


De Perdoname Rita



Perdón, Señora Concha,
es usted el genital oprimido.
Perdón por tantos males,
perdón por los tampones.

Perdón si al lavarte
me paso de violenta
temiendo por la posibilidad
de tener sexo.

Me da mucha culpa
que me la chupen,
no me gusta el ángulo
del cual me ven,
y me distraigo pensando
“ojalá que no huela a muerte,
o al menos no a pescado”
y espero que no se aburran
tratando de lograr algo que no va a pasar...
Sabés que no voy a acabar.
Si no pasó hasta ahora no pasa más.

Perdón, Señora Concha,
es usted el genital oprimido
perdón por tantos males,
perdón por depilarte,
por la tortura,
y por los falos
que te atacan,
perdón por no ser feminista.

domingo, 30 de marzo de 2014

Mis 15 x3

Mi evento en feis decía:

24 horas de cumpleaños ininterrumpido (Si querés...)

No tengo un mango y quiero festejar igual. Y viste que te dicen que lo hagas a la tarde o a la noche o al mediodía y nadie se pone de acuerdo y eso. Así que decidí: 1.Que quiero verlos a todos, 2. Que no acepto excusas horarias y 3. Que pagan ustedes. Yo los espero y engancho a los chicos para que nos pasen música desde la noche del sábado y nos pongan la bola de espejos en el patio. ¿Todos saben lo que es un asalto, no? Bueno, las chicas la comida, los chicos la bebida era cuando Paulita no era feminista, ahora todo el mundo trae algo y a nadie se discrimina por género. Si venís a la noche traé para picar o tomar o lo que quieras ( a mí me gusta el helado). Torta hay (pero podés hacer más). Si venís al mediodía del domingo traé para la parrilla (somos vegue pero no le hacemos asco a ná). Si venís a la tarde traé para el mate. Si no venís, mandá algo. :)



Y ESTUVO GENIAL!!!!!!
Y MAÑANA O PASADO CUENTO MÁS PORQUE HOY NO ME DA EL CUERO <3

Juan puso en su foto de perfil

Es difícil explicar lo que quiero y lo que se hace querer esta amiga. Gracias Puan por cruzar nuestros caminos. Si hay una feminista copada, creadora del conchicentrismo, que le hace frente a una cultura falocénctrica y heteronormativa, esa es Paula Irupé Salmoiraghi.
FELIZ CUMPLE AMIGA!! Te amo!!
Hoy a la tarde te tiro las orejas.

PD: La foto es un recuerdo de nuestra visita al baño de la embajada de Montevideo.

Te quiero! — con Paula Irupé Salmoiraghi.


viernes, 28 de marzo de 2014

No soy más particular que quien me lea

Viernes 28 de Marzo de 2014

EL ÚLTIMO DESNUDO DE EFFY

Una de las artistas performáticas más interesantes de su generación, Elizabeth Mía Chorubczyck, activista queer de 25 años, se suicidó hace dos días: repitió, en una especie de última intervención, lo que había hecho como acto artístico un año antes. Hace más de un año, el periodista Matías Máximo la entrevistó para una crónica que fotografió Nora Lezano. Ahora, la despide en este homenaje anfibio. 
Por: Matías Máximo - Fotos: Nora Lezano
El día que le dieron su DNI con el nombre de Elizabeth fuimos a festejarlo. Cuando nos sentamos lo sacó y lo puso sobre la mesa: quería que todos lo vieran. Estaba contenta, legalmente identificada. Ahora, cuando fuera al médico o a votar, tendrían la obligación llamarla Elizabeth Mía Chorubczyck. Entre los amigos, ella seguía prefiriendo que le dijeran Effy. Esa noche después de algún trago (recuerdo un Lady Madonna a base de gin) pensamos escribir un libro (“Mi nombre es Elizabeth”): narraríamos el recorrido desde que le pedí permiso para trabajar su obra en una tesis hasta que le dieron el documento. Mi plan de posgrado, incompleto, se llama “Arte y performance queer” y tiene varias carpetas dedicadas a ella.

Algunas veces nos reuníamos en cafés, otras pactábamos encontrarnos un rato antes de las
performances para hablar y tener detalles de cómo había sido la producción. Aunque nacimos casi el mismo año, ella tenía una sabiduría que para mi ruta en el devenir del género hacía de cada charla una clase magistral. Se tomaba su obra con la seriedad de un especialista y la soltura de los que tienen claro qué es lo que quieren transmitir. Aunque, se le veía en los ojos, a veces temblara por dentro, por fuera no titubeaba: el mensaje era una misión que no dejaba espacio al pánico de escena.
Muchos hacen de sus angustias una piedra que se les atora en la garganta. Se quedan estáticos, esperando que “suceda algo”. Effy no: su obra es el acontecer de los dramas cotidianos. Por no querer estar dentro de la heteronorma, por ser una transexual, bisexual, casta, judía, atea y extranjera. Desde sus primeras performances la carne fue el elemento y el mundo su puesta. Imaginemos el acto de Shakespeare “All the World´s a Stage” como lema: “Todo el mundo es el escenario/ y hombres y mujeres meros actores”.
Hace cinco años, para ir al trabajo, Effy se vestía como varón. Sufría porque no tenía ganas de ponerse la ropa que la cultura le asigna a los genitales. Empezó un tratamiento de
estrógenos. Seguía en ese puesto administrativo con un jefe homofóbico y a escondidas se ponía vendas en los pechos tímidos que de a poco iban apareciendo.
“¿Qué hacer con tanta angustia?”, se preguntó.
Escribirla:
“Yo no soy un fiambre, no soy más particular de quien me lea, ni creo serlo, ni pretendo serlo. Pero sí tengo pretensiones, y también creo cosas. Esto es parte de las cosas que
pienso”, dice en el primer capítulo de “Effymine, la serie”. Una primera persona hormonada que de a poco se transforma en una tercera críptica, donde los seres abandonan sus nombres para ser iniciales de sentimientos enredados.
Desde que Effy empezó a estudiar en el IUNA, donde sus compañeros la vieron dejar sus remeras sueltas y reafirmarse en vestidos, encontró un espacio que le daba crédito a lo que
hacía, aunque no tenía plan de recibir un título. “Curso las materias que me gustan y estoy anotada en artes plásticas, pero con los problemas de mi identificación incluso voy a clases donde no estoy anotada”, me dijo una tarde por Congreso. Tenía la voz dulce y hacía
chistes, contestaba a todo y repreguntaba: lo que querías saber de ella, quería saberlo de vos.
Cuando por fin dejó el trabajo que la taladraba vino una reafirmación por la que ya no bajaría la cabeza ni habría lugar para vendas. Aulló al mundo y lo enchastró de sangre con Nunca serás mujer: “Una vez una persona me dijo: aunque vos te sientas mujer, te crezcan las tetas, tomes hormonas, te operes los genitales, nunca serás mujer porque no menstruás ni sabés lo que eso significa”. ¿Ah no? ¡Sangre! Trece veces sangre.
En una sala del IUNA un médico le hizo la extracción frente a los profesores y los compañeros de curso, justo cuando se cumplía un año desde el inicio de su tratamiento hormonal. Medio litro de sangre corrió por la sonda: lo que menstrúa un útero cada año.
-Reparto la sangre en 13 dosis representando las menstruaciones desde abril del 2010 a abril del 2011, y hago con cada una de ellas acciones relacionadas con lo que viví cada mes en la construcción de mi identidad de género.
Con su menstruación Effy salió a la calle y colgó tampones, bebió la sangre frente a un
calvario, se hizo mascarillas y borró el nombre que tenía su dni. Se enchastró la cabeza e hizo un cuadro sangriento. En OSDE sangró una vidriera:
“Mi endocrinólogo me agrega un inhibidor de testosterona. Cuando voy a comprarlo la farmacia me informa que la obra social no lo cubre y me es difícil sobrellevar el importe. Consulto con alguien de mi cobertura (OSDE) y me da una planilla diciéndome que con completarla recibo el medicamento gratis. La planilla era para enfermos de cáncer de próstata “, escribió en su guía de trabajo.
A ella no le importó que en el camino a su cuerpo tuviera que hacerse pasar por enferma de
cáncer de próstata. A esta altura lo que dijeran los papeles era relativo, como sus múltiples
identidades en los documentos y pasaportes de Argentina e Israel.
“¿Qué es la identidad para mí? Algo que muta. En ‘Lesbians in Bed´comparto mi cama con mi pareja de aquel momento e intercambiamos la genitalidad. Ella tenía mi pene y yo su vagina, un intercambio muy simbólico en el lenguaje heteronormativo, sin embargo mediante el título, un pene flácido y un consolador nos proclamábamos lesbianas en la fotografía”, me explicó una tarde Effy, antes de ir a sacarse fotos con Nora Lezano. Para esa producción no tenía tacos (no usaba) y puso en Facebook si alguien tenía un par talle 41 para prestarle. Susy Shock tuvo la gentileza, y Effy apareció en la casa de la fotógrafa con los tacos y un pionono. Al rato, quedó desnuda. Con una manzana.
Después de achicar el departamento donde vivía e invitar a mucha gente a ocuparlo para
denunciar su asfixia, hizo el Proyecto Visible, en el que pedía a los participantes que se pusieran un vestido muy importante para ella (uno que dividió a su familia en una fiesta de fin de año entre los que la aceptaban y los que no), y les sacó fotos para hacerlos visibles a través de ella.
Recuerdo la vez que Effy organizó un evento con objetos que a uno lo habían acompañado toda la vida. Yo tenía algo perfecto para sacarme de encima: el cuaderno Sarmiento en el que mi mamá escribió los primeros años de mi vida. Una cápsula de penas que ni siquiera tengo dentro de un cajón, sino bajo el ropero: para no encontrarlo de casualidad y porque todavía no me animo a tirarlo.
Mi mamá ya no está y ese cuaderno me resulta muy triste. Siempre dispuesta cuando el mundo necesitaba ser liviano, Effy me dijo: “Voy a volverlo un collage y no va a ser más una carga”.
El cuaderno sigue abajo del armario.
Pongo su nombre en mi buscador y salen muchas cosas. Una entrevista que había olvidado:
¿La sexualidad es política?
-Mi sexualidad seguramente está muy relacionada a mi compromiso activista, pero como una herramienta, no como una bandera ni como una finalidad. En éste último tiempo mis luchas han estado relacionadas principalmente a la despenalización del aborto y a la genuina igualdad de género entendiendo que los hombres son igual de víctimas que las mujeres del machismo. Yo no puedo quedar embarazada, ni tampoco soy hombre como para que mi causa principal sea el reconocimiento del mismo como víctima del machismo. Sin embargo mi lucha y mi compromiso social tiene que ver con algo que va más allá de mi cuerpo y de mi sexualidad. Si puedo mediante mi cuerpo hacer un puente para que mi punto de vista sea comprendido o al menos problematizado, obviamente que pongo el cuerpo.
¿Crees que hay teorías, como la queer, que demandan poner el cuerpo?
-No. Creo que las teorías queer demandan poner la mente. Conozco personas heterosexuales con una vida clasificada como heteronormativa que son muchísimo más queer que lesbianas, gays, travestis y transexuales que tienen prácticas corporales clasificables como queer. Pero sus discursos y formas de codificar el mundo son totalmente cerrados y normativo-naturalizados. Lo importante es no confundir la forma del contenido. Una obra de teatro sobre una pareja compuesta por dos varones homosexuales no es necesariamente queer en su contenido, mientras que una obra sobre una pareja compuesta por un hombre y una mujer heteronormativos puede serlo. Lo importante es sobre qué se busca reflexionar o qué cuestiones naturalizadas se quieren sacudir o señalar como no-naturales.
Effy y su reclamo: no nos volvamos homo, ni trans, ni lesbonormativos.
A pesar de lo duro que pueda ser, seamos capaces de pensar y sentir.
A mediados de 2012, organizó en casa Brandon “Effy ofrece sexo oral”. Ella, en un rincón, sometida a recibir de a uno a quien quisiera la experiencia. Antes de entrar el participante elegía la duración del servicio y una vez dentro Effy le ponía unos auriculares que estaban conectados a un Mp3. Le abría las piernas, se arrodillaba y pedía le sujetaran el pelo.
Después apretaba play y se ponía el reproductor en la boca, mientras te masajeaba las piernas.
Me acuerdo lo incómoda que era la situación, porque con la voz de Effy en los auriculares salían relatos de mujeres violadas, golpeadas y acuchilladas por sus parejas.
Lo porno era un arma. Un mensaje a la masturbación mental: cuando el placer no es compartido se vuelve tortura.
A Effy el documento le costó incluso después de la ley de Identidad, porque como nació en Israel (donde aceptaron cambiarle el nombre pero no el género), frente a las autoridades locales los trámites se trababan por la mezcla de datos. También le costó la intervención de reasignación genital: como todavía no fue reglamentada, la obra social no quiso reconocerla.
Desde que empezó a hormonizarse pensaba en la operación de reasignación, aunque no le importaba tener más o menos pechos, solo era una desintonía con lo genital. En ese momento se corrió por unos días de las redes sociales y volvió solo cuando pudo contar que todo había salido bien. Aunque después tuvo que volver a ser internada varias veces por constantes infecciones urinarias.
En la marcha del orgullo de 2013, todavía tenía puesta la sonda vesical: la llevaba encintada en una pierna. Los brazos en alto y el cartel que decía “No existen dos géneros, existe uno: ¡el que elige cada cual!”. Otra de las pancartas exigía el aborto libre, seguro y gratuito, una lucha que Effy repetía en sus discursos.
Durante un encuentro de performers en 2012 leyó un largo listado de cosas que había hecho: “Obligué a docentes y compañeros a desnudar su torso para entrar en mi vagina hostil usurpada por mandatos machistas. Achiqué el departamento donde vivía e invité a mucha gente a ocuparlo para denunciar mi asfixia. Me suicidé en la facultad y rendí un examen drogada con la sobredosis de Clonazepan, organizando un funeral con morgue psiquiátrica incluida”.
Cuando nos enteramos que Effy se había suicidado, su hermano del alma Lucas Gutiérrez me dijo que tenía que ir a ver el cajón aunque estuviese cerrado: “Tengo que comprobar que no es una de sus performances” me dijo llorando.
El cuerpo de Effy se fue y nos deja muchas preguntas, ya que ese era un vehículo principal en su arte. Desde que tenía DNI buscaba trabajo y se quejaba de que no lo podía encontrar. Se quejaba también de que a pesar de tener nombre de mujer y sexo de mujer la sociedad seguía con estigmas, algunos que ya estaban y otros nuevos, reservados a las “mujeres”. Ya se extraña su inconformismo y sus reflexiones.
Hablamos de respeto a los deseos del otro, pero cuesta no ser egoísta.
Effy: me cuesta compartir tu último deseo, morir tan joven.
En esta generación donde ya no somos criminales de la ley por nuestras sexualidades, donde corremos con ventaja por los derechos ganados a taco y sangre de nuestrxs mayores, todavía necesitamos de muchas Effys para ponerle el pecho a lo “normal”.  


Las escritoras

Malú Urriola



Las escritoras se despiertan de a poco, porque aún les quedan enredados en las piernas, los senderos de otros mundos.

Cuando una escritora se mira en el espejo no ve arrugas. Ve el tiempo que ha resistido como la hoja, el machismo de los escritores.



Tomado de su muro de facebook.

jueves, 27 de marzo de 2014

La creación de instantes poéticos

Desde que empecé a escribir poemas me pregunté si de veras valía la pena hacerlo: ¿no sería mejor transformar la vida en poesía que hacer poesía con la vida?; y la poesía ¿no puede tener como objeto propio, más que la creación de poemas, la de instantes poéticos? ¿Será posible una comunión universal en la poesía?



Octavio Paz

O jueves a jueves

"No dejo de mirarte
te daría de martes a martes"


Sara Hebe

miércoles, 26 de marzo de 2014

Si también los muebles tienen su paraíso

BIBLIOTECA DE AGLOMERADO Y LADRILLOS



Rubén Reches



¡Biblioteca de aglomerado y ladrillos!
¡Testimonio tan preciso de época y lugar
que –si también los muebles tienen su paraíso–,
el ángel que te reciba no necesitará consultar ninguna ficha
para comprender de inmediato que fue un argentino muy joven

quien, hacia el mil novecientos
setenta de la era cristiana,

te hizo y
barnizó!

¡Hogar del libro hongueado y del libro sin tapa!
¡Asilo de la edición barata en cuyos combados estantes
se recuestan las colecciones incompletas como mendigos
lisiados
en los umbrales!

¡Lugar de los libros, pero también cita de las baratijas,
de objetos que un día el padre puso fuera del alcance de
algún hijo
y desde entonces, inmóviles y cada vez más polvorientos,
arraigaron en vos,
y de esos otros, emigrados a los recovecos de tus ladrillos,
que toda
una
familia buscará durante meses!

¡Que en tu cielo el avioncito de plástico siga tapando el
volumen de
Schopenhauer
y, aun allí, que nunca dejen de dar algo de selva a tu
geometría
somera
ceniceros y señaladores fabricados en jardines de infantes,
todo eso que en vos, aquí, es la vida breve que llega y se
va
contra un fondo de libros que dormitan!

Y son como clepsidras, me despiertan de noche

LAS CARAS





Las caras de los hombres que en mi vida he encontrado
me persiguen y viven adentro de mi espíritu.
Las caras de los hombres que he encontrado en mi vida
me miran y me abruman.
Podría dibujarlas pero nunca me atrevo.
Algunas tienen cuerpos y llevan en las manos
anillos y collares, flores de terciopelo,
algunas son mansiones, son jardines, son ríos,
algunas son un viaje, una playa, un desierto.
Algunas son de mármol, algunas son fenicias,
algunas son romanas, griegas y perniciosas
con los rasgos borrados.
Algunas tienen penas, muchas penas algunas,
y largas cabelleras que lloran en el viento.
Algunas son horribles, casi siempre me advierten
que un peligro me acecha.
Algunas tienen horas marcadas en los ojos
y son como clepsidras,
me despiertan de noche.
Algunas me quisieron
y movieron los labios para decir mi nombre.
Algunas no entendieron nunca lo que les dije
ni supieron por qué las miré largamente.
Algunas son anónimas
llevan frutas y fuentes, manos de terracota,
como las estaciones.
Algunas se arrodillan, buscan algo en la tierra.
Algunas como pájaros siempre estiran el cuello.
Algunas se inclinaron
y escribieron sus nombres sobre mi corazón
sin que yo lo advirtiera.
Algunas fueron mías, algunas se alejaron
y perdieron su sexo, su virtud y su candor;
fueron como la imagen
del infierno en el mundo
que tratamos, en vano, de olvidar.
Algunas fueron deidades
que no olvidaré nunca.





Silvina Ocampo

Podría comerme el cielo como una manzana

Anne Sexton - La Furia de las Puestas de Sol










La Furia de las Puestas de Sol

Algo
frío hay en el aire,
un aura de hielo
y flemas.
Todo el día construí
una vida y ahora
el sol se hunde para
deshacerla.
El horizonte sangra
y se chupa el dedo.
El pequeño dedo rojo
desaparece de vista.
Y me pregunto acerca
de esta vida conmigo misma,
este sueño que vengo viviendo.
Podría comerme el cielo
como una manzana
pero prefiero
preguntarle a la primera estrella:
¿por qué estoy acá?
¿por qué vivo en esta casa?
¿quién es responsable,
eh?



del libro The Death Notebooks - 1974-
Versión de Tom Maver


 °°°°°°°°°°°°°°°
 
The Fury of Sunsets

Something
cold is in the air,
an aura of ice
and phlegm,
All day I’ve built
a lifetime and now
the sun sinks to
undo it.
The horizon bleeds
and sucks its thumb.
The little red thumb
goes out of sight.
And I wonder about
this lifetime with myself,
this dream I’m living.
I could eat the sky
like an apple
but I’d rather
ask the first star:
why am I here?
why do I live in this house?
who’s responsible?
eh?


Pata negra selvática

El domingo, Vale y Gabo me trajeron una en una macetita. La puse en el fondo contra la pared. Dicen que en un año, según foto, voy a tener una selva.

Eligiendo poesía social para deslumbrar a mi 5to con Olivera incluido

Canción de los hombres perdidos


Nicolás Guillén



Con las ojeras excavadas,
rojos los ojos como rábanos,
vamos por las calles calladas.

La tripa impertinente hipa,
puntual lo mismo que un casero,
pero nada hay para la tripa.

No hay aguardiente ni tabaco,
ni un mal trozo de carne dura:
sólo las pulgas bajo el saco.

Así andamos por la ciudad,
como perros abandonados
en medio de una tempestad.

El sol nos tuesta en su candela,
pero por la noche la Luna
de un escupitajo nos hiela.

Somos asmáticos, diabéticos,
herpéticos y paralíticos,
mas sin regímenes dietéticos.

Nos come el hambre día a día,
y van cavándonos los dientes
charcos bermejos en la encía.

Así andamos por la ciudad,
como perros abandonados
en medio de una tempestad.

¿Quién es quien sabe nuestros nombres?
Nadie los sabe ni los mienta.
Somos las sombras de otros hombres.

Y si es que hablar necesitamos
unos con otros, ya sabemos
de qué manera nos llamamos.

“Caimán”, “El Macho”, “Perro Viudo”,
son nuestros nombres en la vida,
y cada nombre es un escudo.

Así andamos por la ciudad,
como perros abandonados
en medio de una tempestad.

¿Qué más da ser ladrón o papa?
El caldero siempre es el mismo,
lo que le cambian es la tapa.

Y hay quien podrido está en lo hondo;
cuando el pellejo más perfuma
más el espíritu es hediondo.

Nosotros vamos descubiertos;
el pus al sol, la mugre al aire,
y con los ojos bien despiertos.

Así andamos por la ciudad,
como perros abandonados
en medio de una tempestad.

Secos estamos como piedra.
Largos y flacos como cañas.
Mano-pezuña, barba-hiedra.

Mas no tembléis si crece el hambre:
presto el gorila maromero
se estrellará desde su alambre.

¡Ánimo, amigos! ¡Piernas sueltas,
diente afilado, hocico duro,
y no marearse con dar vueltas!

¡Saltemos sobre la ciudad,
como perros abandonados
en medio de una tempestad!

Me preocupo

El nene se revienta la garganta en ensayos y recitales y yo me preocupo.
El nene se tira en la cama para que yo le lleve el tecito y la sopita y yo me preocupo.
El nene no va al colegio porque, aunque ya se siente mejor, no tiene ganas de ir en bondi ya que el auto no me arranca y yo me preocupo.
El nene, en el colegio, le dice a la prece que se asfixia en ese salón donde falta el aire; la prece me dice que tiene la garganta roja y yo me preocupo.
La nena putea contra su profe de Matemática, no le salen los cálculos de porcentajes y yo me preocupo.
La nena se va en bici a buscar a la primi al jardín y yo me preocupo.
Está por llover y los dos están en la calle y yo me preocupo.
Quizá haga frío, quizá calor y yo me preocupo.

Me cansé.

lunes, 24 de marzo de 2014

Necesito teatro para sacarme la tristeza



¿Será por eso que a veces estoy tan inquieta aún siendo feliz?

"Ningún árbol, crece hasta el cielo sin que sus raíces alcancen el infierno". 


C.G.Jung



La naturaleza, si pudiese, produciría continuamente hombres

"Y creo que la naturaleza, que siempre procura hazer las cosas perfetas, si pudiesse produciría continuamente hombres y no mugeres, porque ellas son defeto de naturaleza y cosa acidental, como cuando nace un mudo o ciego, y assí dessean universalmente ser hombres, porque el instinto natural les mueve a dessear su perfeción [...]. Y aunque essa es la razón (dixo Marcelo) que me mueve a aborrecer a las mugeres, no porque dexen de merecer algunas mucho, sino porque temo y conozco sus inconstancias, desdenes, liviandades, traiciones, engaños, embustes, importunidades, y enfados, que son malicias del ánimo."



Juan Arce Solórceno en las Tragedias de amor (1607)

Que titila y se aferra al viento

la pared - irene gruss

I
"Le hablo a la pared.
Hay quien escribe poemas
en un muro y luego se despide, tira
la carbonilla a un lado.
Lo mío es hablarle siempre a la pared, 
antes de que la derrumbe un fuego
o el tiempo simple.

Ah, ilusa, 
empecinada en atender lo que calla, 
lo que dice.

IV
Corres hacia la orilla, 
lo que pensabas o tan simplemente veías
como mar
no era.
"El mar es una pared", 
dices.

IX
Te quiero -digo
a la pared.

XII
A decir verdad, 
la pared no deja pasar nada.
Es por eso que se pinta a la cal,
resguarda el No: la impenetrabilidad pone a prueba
también la lluvia como duda: "Eres así, 
materia leve?"

XVI
Cabeza muerta la pared,
echo cal viva sobre esa cabeza
adiós adiós el pensamiento o la flor
allí enredada, la hojita
que titila y se aferra al viento.
No digas más. No digas Nada."

Irene Gruss, La pared, Nudista, Córdoba, 2011. 

Tomado de http://lasvocesdesiertas.blogspot.com.ar/2012/09/la-pared-irene-gruss.html

Ayer la Gruus dijo que lo suyo era "erótico-social"

Los modos de hablarle a la pared

Pasaron ocho años desde el último libro de poemas de Irene Gruss. Ahora llega “La pared”, que reafirma su habitual sintaxis de sinceridad brutal frente a los temas que aborda la poesía.

POR SARA COHEN

Irene Gruss se ha ganado su lugar en la poesía argentina y, como dice Jorge Aulicino en el prólogo del libro editado por Editorial Nudista, su poesía está cada vez más viva. La pared, el último libro de Irene Gruss, es un poema largo. En el año 2008, bajo el título La mitad de la verdad, la editorial Bajo la Luna publicó su poesía reunida y en el año 2007 la nouvelle Una letra familiar, pero el libro de poesía anterior a La pared es La dicha y data de 2004: pasaron ocho años. Capaz de descolocar al otro por su extrema franqueza, Gruss habla con convicción sin por eso ocultar su inseguridad. 

La belleza de lo inútil
-“La pared” no es un muro. ¿Por qué la pared?
-Surgió de ese dicho tan popular de hablarle a la pared. Primero empezó por una cosa personal: cómo uno se relaciona con la gente. Yo quería profundizar esta búsqueda de la escritura que es también cómo hablarle a una pared que no te escucha o te escucha demasiado… pero jamás te va a tirar alguna punta. Cuando yo hablo del No de la pared, es del rebote, porque uno en general reclama: por qué no me sale, por qué no me sale bien, o cómo hace fulano para escribir así, uno cree que se lo manda Dios. En general, como una es impaciente escucha un No, escucha que rebota hasta que el poema sale. En el primer poema diferencio la pared y el muro. En principio, formalmente son cosas distintas: tenés el Muro de los Lamentos, a Alejandra Pizarnik con sus constantes referencias al muro, a Guillermo Boido en su Poemas para escribir en un muro, y yo en cambio quería que fuese una pared tosca y pintada a la cal, quería que fuese coloquial. Yo necesitaba hablar de esa pared. El muro es lírico, nadie escribe una pintada en un muro, lo hace en una pared.
-¿Qué podría decir del período de escritura que media entre la publicación de “La dicha” y la reciente edición de “La pared”?
Si bien La dicha salió en el año 2004, hay algunos poemas inéditos en la obra reunida:Poemas irresueltosEntre la pena y la nada, etc. Son distintas series de poemas; y en cuanto a La pared, se impuso en tanto se me ocurrían distintos poemas sobre eso. Yo lo siento como una segunda parte de Sobre el asma (Edición de la autora, 1995). Hacia fin de año saldrá publicado un libro que contiene las distintas series de poemas incluyendo La pared. Su título es Notas para una tanza.
-¿Cómo piensa el cruce lectura escritura y su implementación en sus poemas?
-Las referencias que yo marco en los poemas son como apoyaturas. Yo me apoyo en algo que por ejemplo dijo Rostand y nadie lo puede decir mejor: “es más bello porque es inútil”, o Marguerite Duras: “destruir dice”, y le doy otra vuelta. Uso ese texto como si me perteneciera para decir: alguien dice destruir, o yo digo es más bello porque es inútil. Lo que pasa es que yo marco la cursiva por un prurito de respeto. Eliot o Ezra Pound utilizaban las citas por conocimiento cultural y a veces te dejan picando, si vos no has leído lo que mencionan te quedás en babia; por supuesto que son sabios y lo manejan como para que esa cita además diga, pero en otros autores esa cita se maneja como “mirá cómo sé”, “mirá cómo leí”, ¿me entendés?, y eso no te conmueve. Como recurso, a mí me interesa que esa cita entre en el poema y conmueva tanto como mi letra.
-¿Cuál fue su momento inaugural con la poesía?
-El momento inaugural para mí fue el Taller de De Lellis, cuando yo estaba en la facultad estudiando Letras y me di cuenta de que yo no quería ni podía analizar, ni ser crítica literaria, que mi trabajo con el logos es prácticamente nulo, que lo que yo realmente quería hacer era escribir poemas, por eso el taller fue para mí tan importante. También lo fue el participar en las reuniones de “El escarabajo de oro”. Lo tengo que decir porque fueron las dos cosas al mismo tiempo. Irene Gruss dijo muchas cosas más pero insistió en algo: en lo importante que era para ella haber sido editada en esta oportunidad por una editorial cordobesa.

Antes que la derrumbe un fuego

Irene Gruss / De "La pared"




I

Le hablo a la pared.
Hay quien escribe poemas
en un muro y luego se despide, tira
la carbonilla a un lado.
Lo mío es hablarle siempre a la pared,
antes que la derrumbe un fuego
o el tiempo simple.

Ah, ilusa,
empecinada en atender lo que calla,
lo que dice.

XIII

Guay del que contradiga
lo que la pared dice, el clavo
que sujeta el espejo, la foto
de mamá, sangre
en el muro, la soga
del ahorcado, la de la ropa.

XIV

Rígida como es,
no acepta tanto punto
de vista. Pareciera
que se marea: chorrea la tinta
o el pincel: la pared
limita: estoy
hasta acá,
dice, y muestra el borde.


Irene Gruss (Buenos Aires, 1950), La pared, inédito

Ilustración: Casa giratoria, 1921, Paul Klee



Tomado de http://campodemaniobras.blogspot.com.ar/2011/04/irene-gruss-de-la-pared.html

Antidomingo




Ayer fuimos con Valeria y Gabo al Antidomingo de Espacio Oliverio Girondo.
Las lecturas de poesía siempre me producen una cosa de qué lindo y qué feo a la vez. Me gusta lo de los poetas en comunidad y la lectura en voz alta, me incomodan las frases hechas, los lugares comunes, las pequeñas mezquindades. (Los chismes son el puente entre ambas sensaciones encontradas, je)
Vale y Gabo son unos genios y su cariño, lo cómoda que me siento con ellos me alegraron mucho la tarde. El barrio casi otoñal, el café y mi franosequé en la vereda, el espacio Oliverio que tan feo se veía de afuera y tan lindo es de adentro.
Leyeron Jorge Aulicino, Irene Gruss y Mería Belén Aguirre. Para mí todas las flores se las llevó la Gruss con su malhumorada alegría, sus puteadas, sus improvisaciones jocosas sobre la tinta de su impresora y su viaje a la costa y algún premio que no recibió.
Lo más de lo más de lo más fue ver entrar por la puerta, yo sentadita en primera fila, a Rubén Reches. No lo veía desde hace 20 años, nos habíamos escrito y prometido y yo había confesado aquí mismo mi amor adolescente pro mi profe de francés poeta. No supe si saludarlo o no, me acerqué pensando que me le iba a sentar delante hasta que se diera cuenta de quién era yo. No hizo falta: apenas toqué su mesa, me sonrió como siempre, me saludó con nombre y apellido y se puso a bromear de esa forma en que una nunca sabe qué es en serio y qué en joda. Un placer: el mes que viene lee él. Y allí estaremos.

38 años

24 DE MARZO. MEMORIA, VERDAD, JUSTICIA

domingo, 23 de marzo de 2014

Cómo marea

CÓMO MAREA



Gilda




Bailando te conocí
Bailando dije que sí
Y en esa noche de amor
Loquita quedé por ti

Fue tanto, tanto el amor
Que mareadita quedé
Sin una gota de alcohol
De ti yo me emborraché

Estribillo:

Cómo marea
Si bailamos pegaditos
Cómo marea
Respirar los dos juntitos
Cómo marea
Seguir ese meneíto
Cómo marea
Despertar apretaditos

Y me marea, me marea, me marea
Y te marea, te marea, te marea
Y nos mareamos, nos mareamos, nos mareamos
Por que es muy lindo estar así de enamorados

¡Jojoyeah!

¡Eso!
¡Eso!
¡Uh!

Adorable

Ponele una vela a Gilda.

Bioy y Cortázar en Puán

Clases abiertas de Literatura Argentina II (Sylvia Saítta)


Coordinan: Sylvia Saítta y Claudia Roman. En el Aula 108 (1° piso) de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.

21 de abril. 19-21 hs. Jornada Adolfo Bioy Casares. Exponen: Santiago de Luca, Adriana Mancini y Soledad Quereilhac.


28 de abril. 19-21 hs. Jornada Julio Cortázar. Exponen: Jorge Luis de Diego, Marcelo Méndez y Aníbal Jarkowski.

Qué te creías que era el cielo azul

Inmaculada


Pabellón Psiquiátrico



Ya sé que las mujeres no son perfectas
Tienen un defectillo entre las piernas
Unas lo tienen más o menos pequeño
Y otras lo tienen grande, como es mi sueño

Pero esta chiquita de la que hablo
Más que tener un nido, tenia un establo

Le meíi una mano, le metí una pierna
Le metí la cabeza y hasta una llave inglesa
Le metí las narices, y dentro me caí

Le metí el sombrero, le metí una oreja
Le metí un saxofón y un helado de fresas
Le metí el bocadillo, y dentro me quedé.

(Segui cayendo dentro de ella, creí que aquel sería EL OCASO!!!!!)

Pero no creas que acaba ahí la cosa
Entre cuatro paredes de color rosa
Después de poco rato encontré gente
Todos me repetían la misma suerte.

Le metí una mano, le metí una pierna
Le metí la cabeza y hasta una llave inglesa
Le metí las narices, y dentro me caí.

Le metí el sombrero, le metí una oreja
Le metí un saxofon y un helado de fresas
Le metí el bocadillo, y dentro me quedé.

Hace ya mucho tiempo de esto que cuento
Por eso los niños piensan que me lo invento
Yo sigo aquí dentro igual que tú
Qué te creías que era el cielo azul.

Y alguien metió una mano, y metió una pierna
Y metió la cabeza y hasta una llave inglesa
Y metió las narices, y dentro se cayó
Y alguien metió el sombrero, y metió una oreja
Y metió un saxofón y un helado de fresa
Y metió un bocadillo, y dentro se quedó.

Sueño menstrual

Indispuesta mal (aunque deberíamos eliminar la expresión enfermiza ¿no?), anoche soñé que él se acostaba sobre mi espalda y metía sus dedos y hablábamos de tamaños e hijos que salieron por ahí. Era una mezcla didáctico-erótica de la letra de "Inmaculada" de Pabellón psiquiátrico con tantas lecturas feministas que he estado compartiendo por ahí sobre el poder del útero y la sangre menstrual.
Yo sentí divinamente su peso sobre mí, él me ofrecía chupar sus propios dedos (sus hermosas manos) rojos de mí y besaba, luego, mi boca. No me acuerdo el gusto.

Madre tranquila

Anoche mijito y mijita se fueron juntos a La herrería a ver teatro y de ahí a Raíces que había unas banditas. Una en bici, el otro en longboard. Se ve que me dormí tranquila porque ni los escuché volver.

sábado, 22 de marzo de 2014

Ible ible ible

PARA SER BRUJA TERRIBLE


Requisito imprescindible,
ible, ible, ible,ible,
para una bruja terrible,
ible, ible, ible, ible.

Es ser perversa y malvada;
odiar mucho a cualquier hada
por cursi y empalagosa,
siempre vestida de rosa.

Y ser más fea que Picio,
pues lo precisa el oficio,
con verruga en la nariz
larga como una lombriz.

Requisito imprescindible…

Tener fétido el aliento,
la nariz como un pimiento,
muy negra la dentadura
y llevar túnica oscura.

Una sonrisa horrorosa,
la piel áspera y verdosa,
cara de astuta y bribona
y los pelos de fregona.

Requisito imprescindible…

No moverse nunca a pie.
Sacarse pronto el carné
y volar a todas horas
con escobas voladoras.

Importante el capirucho
con forma de cucurucho
y un murciélago en el ala,
porque da aspecto de mala.

Requisito imprescindible…

Es saber meter la pata
y dar a todos la lata,
pasarlo estupendamente
chinchando mucho a la gente.

           Carmen Gil

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...